martes, 22 de septiembre de 2015

Perdiendo cosas por ahí: cantimplora ALICE

Tengo muchas cosas en el tintero y redactarlas me da una pereza muy grande, así que para ir calentando la entrada de hoy será una chorrada. [va a faltar amenizarla con tetas y culos, al más puro estilo revistitas de chichinabo, no obstante].

Muchos amantes de la vieja escuela adoran esas viejas cantimploras ALICE, con su funda y su bolsillo para las potabilizadoras.


Cualquier cosa para muchos es preferible a beber agua sabor a preservativo -y a Bisfenol- de ese artilugio llamado camelback.

Aún queda averiguar si el plástico de que está hecha la cantimplora militar de toda la vida tiene Bisfenol. Dado que, tras horas de vagar de aquí para allá por el monte con el consiguiente calentamiento del líquido -se convierte en una especie de meado de camello- su presencia sería hormonalmente preocupante.

Bueno, al lío.

¿Qué puede ocurir cuando uno se tira violentamente por el suelo -voluntaria o involuntariamente- y golpea una de estas cantimploras que porta en el ceñidor?
Que si el golpe es por la parte de abajo, los corchetes de la funda -sobre todo si están muy castigados- pueden abrirse súbitamente y la cantimplora se saldría y probablemente se perdería.
Señalar que si el cazo está cubriendo el "culo" de la cantimplora, como éste entra con relativa presión en la funda, absorve los impactos y es más difícil que ésta salga. Aunque existe una cosa llamada ley de Murphy.


¿Cómo solucionar esto? (apaño)
Uniendo la cantimplora a algo que no se suelte (ojalá hubiera previsto esta obviedad en su día): atar la cantimplora a la propia funda o al ceñidor. El nudo debería permitir extraer la cantimplora con rapidez y comodidad.
Échenle imaginación, apliquen la doctrina Hartmann: si algo es susceptible de perderse, átenlo; si el problema perdura, píntenlo con Krylon; y si aún así sigue sin solucionarse, entonces vuélenlo por los aires.

ejemplo de cantimplora en configuración ALICE


Y con esto, fin de la tontería de hoy.

sábado, 19 de septiembre de 2015

The chase is better than the catch, decía Mötorhead

Quise llamar a este blog "Echarse al Monte", pero -a mi pesar- el nombre estaba ya pillado. Hubo entonces que optar por la segunda opción, "The chase is better than the catch", que decía Mötorhead.
Y, a mi juicio, eso es cierto, válido para cualquier cuestión de la vida. En el interior del ser humano existe un vacío perenne que no se puede llenar con nada. Al final la vida no es más que la búsqueda, la persecución.

El llamado MilSim, como tantas otras cosas, no es más que eso: la búsqueda por el placer de la búsqueda. Masoquear por el monte, dar barrigazos, malvivir durante un día o dos acosando al rival -o esquivándolo- para cumplir el objetivo; la búsqueda de la victoria final para luego, extenuados, beber cerveza fraternalmente con aquellos compañeros de fatigas.

Comienza andadura este blog dedicado al airsoft y sobre todo a la vertiente de simulación militar, también conocida como MilSim.
Aquí iré expresando mis impresiones, noticias, crónicas e información diversa que vaya surgiendo con el devenir del tiempo.
Bienvenidos a este blog, espero que lo disfruten. Reciban ustedes un muy cordial saludo.

Persecución.