Recuerdo con especial cariño aquella unidad de combate que se constituyó junto a operadores de Skull Raiders, del gérmen de lo que luego fue (es) HTM (LimOn y DankoDog) y PatroL Ar35.
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| rocknroll en la plaza del pueblo |
Estuve con ellos en el bando "nacional".
Aún hoy tengo a aquellos, hasta entonces extraños, de esa unidad tan heterogénea como referente, como el perro hace con sus sucesivos dueños: siempre los compara con el primero.
Bendita tierra, Bordón.
Aquella primera Operación Centauro terminó antes de tiempo. Y fue, como tantas veces hemos visto por ahí: porque hubo muchos que por hache o por bé, subestimaron el terreno y/o concurrieron con una idea muy equivocada de o que iba a ser aquello -"pensamiento Alicia", mundo de la piruleta-.
Ya a las 12 del mediodía, cuando habían transcurrido menos de cuatro horas, comenzaron los abandonos. Se capeó el temporal lo mejor que se pudo, pero a las 2 de la madrugada, con todo el bando enemigo -rebelde, boscoso- en desbandada (abandono total), la situación fue insostenible y se canceló aquella primera prometedora y extrema MilSim.
Algún día hablaré del espinoso asunto de los abandonos en la Simulación Militar, de cómo una partida bien planteada se puede ir al traste cuando acuden a ella personas que desconocen exactamente a lo que van, sus límites. Esos señores, esos equipos supuestamente "MilSim", con su abadono -salvo fuerza mayor- contraen una deuda vergonzosa para con el resto de jugadores que sí desearon seguir, y perdieron su tiempo, su dinero, algunos hasta ilusión.
Y yo no olvido eso tampoco, los nombres de aquéllos, sus parches "de milsim". El lado amargo. Anaxágoras dijo en una ocasión: "Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía."
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